sábado, 23 de marzo de 2013

Capítulo 1

Hoy, por fin después de 5 días de vida de este blog, me he decidido a escribir el primer capítulo de Nabhún. Realmente es un prólogo, una introducción de los personajes que formarán parte de la historia. ¡Disfrutadlo! ;)

Era otoño, y las hojas de tonos ocres que habían caído al suelo crujían bajo las pisadas de los chicos y chicas que salían de clase. La multitud se fue disipando, hasta que solo unas pocas personas quedaban donde antes había habido grandes concentraciones, corrillos y griterío. Maya corrió en busca de sus amigos. Al llegar se sorprendió, aún no estaban todos.

-¿Y Erik? - preguntó, aún jadeando.
- Esta castigado -le respondió Lucía, una chica bastante alta, clavando sus celestes ojos en Mario y Javi, que estaban un poco más retirados, tratando de esconderse.
-¿Qué ha hecho esta vez ese estúpido que tengo por hermano? -le preguntó Maya, resoplando por lo bajo.
En ese momento llegó corriendo un chico moreno, de unos ojos verdes aceituna, que vestía  el uniforme del instituto.
-Pues este estúpido que tienes por hermano se estaba ligando a la chica más buena del instituto- le respondió, mientras chocaba sus manos con las de Javi y Mario.
-Y dime Erik, ¿ quién ha sido la afortunada? -preguntó Susana en tono irónico.
-Pues ha sido Miranda - le respondió Erik, muy orgulloso.
-Miranda... ¿La capitana del equipo de animadoras? -le siguió interrogando Lucía,- eso si que es extraño, esa no deja que se le acerque nadie “impopular”, como ella los llama.
-Seguro que te ha gastado una broma -afirmó Maya.
-No digáis tonterías, yo le gusto de verdad -se excusó él- además, ¡me ha dado su teléfono!
Desdobló un papelito que tenía guardado en el bolsillo y se lo entregó a sus amigos.
-Tio, ¡si este es el teléfono del bar de enfrente! -le dijo Mario, soltando una fuerte carcajada.
-¡Eso es imposible! -se defendió Erik.
-Fíjate bien -le pidió Mario.
-Mierda, es verdad. Así que me ha engañado...
-¡Chicos, mirad la hora que es! Tenemos que darnos prisa, o no vamos a llegar -exclamó Javi, haciéndolos reaccionar a todos.
Los seis amigos cargaron con sus mochilas y se dirigieron al parque donde solían pasar sus ratos libres hablando o jugando. Susana y Maya decidieron hacer una carrera hasta la fuente, en la que ganó Susana, ya que era muy buena en atletismo. Cuando Maya llegó, Susana ya se había ido así que decidió beber agua y volver, pero al pulsar el botón, todo comenzó a darle vueltas y a partir de ahí perdió la noción del tiempo y del espacio, envuelta en una extraña sensación que la succionaba hacia un lugar desconocido.








No hay comentarios:

Publicar un comentario