domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 6


Hoola a todos! Pues sí, hoy me he quedado hasta tarde para traeros el capítulo 6! Y aquí lo tenéis, tal como prometí. Nada más que decir, disfrutadlo, y comentad cualquier cosa que os inquiete-asuste-carcoma-no os deje dormir-os pique la curiosidad, o simplemente, hacednos saber que os ha gustado! ;)


Un nuevo ataque contra Erik, que esta vez recibió un pequeño corte en la cara. Se palpó con delicadeza el sitio que cada vez le dolía más, había sangre. La ira inundaba su mirada, aunque los ojos de Will solo presentaban un profundo vacío, que estremeció a Maya. Los dos se enzarzaron en una terrible pelea sin que hubiera un claro vencedor.
De repente, Will sintió una punzada en su brazo, y cayó inconsciente sobre el suelo. Erik, creyéndose vencedor, sonrió, pero instantes después sintió otra punzada en su costado, y acto seguido cayó sobre el terreno, junto a Will.
Maya corrió hacia ellos, y empezó a llorar por ambos. De repente sintió una presencia tras ella y se giró bruscamente.
Tras ella había un chico moreno, con el pelo totalmente liso que le caía a ambos lados de la cara, con unos ojos azul océano, que la miraba sonriente. Llevaba un arco en la mano, y vestía unas ropas bastante ajustadas, de cuero marrón. Entre sus cabellos castaños se distinguían dos orejas picudas.
- ¡Mario! ¿Eres tú? -se sorprendió Maya-. ¿Que les has hecho?
- Tranquila, no pasa nada... He tenido que dormir a estos dos idiotas con mis flechas bañadas en un somnífero, antes de que se mataran entre ellos.
-¿Qué, cómo sabes eso? ¿Desde cuándo sabes usar un arco? ¿Y esa ropa?
-No lo sé, la verdad, he caído cerca de aquí, y supe qué debía hacer... No he usado un arco en mi vida, pero es como si de repente, me hubiesen añadido unos conocimientos a los que ya poseo. Conocimientos élficos.
-No puede ser... Aunque ahora tenemos problemas más importantes. ¿Cuándo despertarán Erik y Will?
- Depende, podrían pasarse varios días durmiendo...
- Bueno, pues será mejor que los llevemos a la cueva de Will.
Maya se fijó entonces en Erik y en Lucía. Erik llevaba una cota de malla y una vaina a la espalda, y se acercó a recoger su espada, que estaba un poco más alejada.
En cuanto a Lucía, presentaba un tono verdoso en la piel, y vestía un vaporoso vestido que parecía realizado con hojas y pétalos de flores.
-Lucía, ¿estás bien? - preguntó Maya, reuniéndose con su amiga.
- Si, tranquila, no me ha pasado nada, estoy perfectamente. ¿Dónde está  Erik? -preguntó levantándose inmediatamente.
-Erik está bien Lucía. ¿Por qué has preguntado por mi hermano? -una sonrisa divertida asomó en su cara.
-Por nada, por nada... -dijo Lucía agachando la cabeza.
Mientras, Mario escuchó un chapoteo que parecía venir de detrás de unos matorrales. Se acercó y divisó un pequeño lago, y flotando en él había un cuerpo femenino. Mario lo reconoció inmediatamente y salió corriendo hacia allí.
La figura femenina resultó ser Susana, que ahora estaba un poco cambiada; tenía una cola de finas escamas cobrizas en vez de piernas, unas conchas cubrían sus pechos y su tono de piel era algo más pálido. Sus cabellos rojizos brillaban más que nunca, como si estuvieran hechos de corales. Mario se dio cuenta de lo que significaba.
-¡Una sirena! -chilló adentrándose en el lago- ¿Estás bien Susi?
Susana se había incorporado y miraba su larga cola de sirena con una mezcla de sorpresa y temor dibujada en su rostro. De pronto sintió el abrazo cálido de Mario, se giró hacia él, y su sorpresa fue mayor al ver los nuevos rasgos de Mario, que ya había llegado hasta ella todo empapado.
-Tranquila Susi, solo estamos un poco cambiados, ya descubriremos por qué -se le quebró la voz -yo soy un elfo- dijo el chico señalándose las puntiagudas orejas.
-Creo que tus orejas te dejarán andar, yo no creo que tenga tanta suerte con esto -dijo Susana con una sonrisa señalando su larga cola.
-¡Mario, ven a ayudarnos a llevar a los chicos! -le gritó Maya.
-Susana, vuelvo enseguida- dijo el chico mientras se alejaba.
-Vale, ahora nos vemos... -le respondió ella guiñandole un ojo.
Entre Mario, Maya y Lucía consiguieron llevar a los chicos hasta la cueva en la que vivía Will. Sólo podían hacerse preguntas que nadie podía contestar, al menos no sin Will. Aún no sabían lo que les aguardaba.

2 comentarios:

  1. Oh Dios mío! Es genial! GENIAL, GENIAL, GENIAL!
    Ai, es que esta historia me gusta demasiado!

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    Respuestas
    1. Jajaja muchísimas gracias, pero de verdad que no es para tanto! Nos alegramos mucho de que te guste la historia, en serio, para nosotras es una gran satisfacción :)

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