domingo, 2 de junio de 2013

Capítulo 8

Nabhunianos!!
Aquí está el ansiado capítulo 8, a partir de ahora empieza la trama más en serio, van apareciendo nuevos personajes y se empiezan a entender un poco todas las cosas que están ocurriendo últimamente...
Si os gusta, decidlo, es muy importante para nosotras! ;)
Gracias a Marta Pez por su genial crítica, intentaremos mejorarlo todo lo posible! 
Sin nada más que decir, aquí os lo dejo!! :D

La habitación era apenas una pequeña hendidura en la roca, igual que las demás habitaciones que formaban el hogar de Will. La habitación en la que descansaba Erik tenía un manojo de pieles unidas toscamente que hacían las veces de cortina, dando algo más de intimidad.
En el interior, solo un viejo camastro con ásperas mantas encima, y una destartalada mesa de madera oscura sobre la que reposaban varias vendas, algunas usadas, un cuenco con agua cristalina en su interior y unas piezas de fruta.
Will frenó secamente justo a la entrada, cuando vió a Erik con el hada que había caído del cielo hacía unos días. Maya casi tropezó con él.
-¿Que quieres Maya? -dijo Erik lanzándole una mirada fulminante a su hermana por la interrupción- ¿que hace éste aquí? -dijo señalando despectivamente a Will.
-Will quería decirte algo, y pensé que...
-¿Qué te hace pensar que voy a querer escucharle? -le interrumpió Erik.
-Erik, llevas semanas viviendo en su propia casa, se merece al menos que lo escuches...
-Esta bien, déjalo pasar, pero asegúrate de que no intentará raptar a nadie mas...
-¡Yo no he raptado a nadie! -se defendió Will- ¡la culpa fue tuya!, yo solo la salvé, si no hubiera estado yo ahí, tu novia estaría ahora muerta, sirviendo de comida a los shajars.
Lucía se levantó con estrépito y salió de la habitación corriendo, incapaz de mirar a ninguno de los tres a la cara. De repente, Maya cayó en la cuenta.
-Un momento, un momento... Erik, ¿tú puedes entender a Will?
-¡Claro! Menudas tonterías... Y ahora... ¿quieres dejarme en paz?
-¡Chicos, salid, rápido! -les gritó Mario desde el exterior- ¡tenéis que ver esto!
Los tres salieron al exterior en el que ya se encontraban Lucía y Mario, a la sombra de un voluminoso árbol, mientras que en el pequeño lago descansaba Susana.
Al llegar junto a ellos descubrieron que no estaban solos. En la zona más soleada de la explanada se hallaba un cuerpo tendido sobre el ardiente suelo. Al fijarse mejor descubrieron la tímida cara de Javi, atento, observándolo todo. Pero algo en él había cambiado. Su piel era ahora más oscura y dura, escamosa, como si llevara encima una coraza que lo protegiera de los rayos solares. Sus ojos poseían un color rojizo que al mirarlos fijamente incluso deslumbraban, como si miraras el Sol, y su pelo, era ahora de unas tonalidades rojizas y azules esparcido sobre su cabeza en cortas lenguas de fuego.
-¿Javi, eres tú? -preguntó Maya acercándose, pero no pudo avanzar más ya que Will se hallaba justo delante de ella, impidiéndole el paso- Will, apártate, tenemos que ayudarle -dijo un poco desconcertada- ¡es nuestro amigo!
-Es un salvaje, podría hacerte daño, no voy a dejar que te acerques a él... -dijo el chico con cautela.
-¡Tú no eres nadie para decirme qué debo hacer! Y es mi amigo, ¡no me importa lo que pienses de él! -le espetó Maya.
Su voz estaba llena de rabia contenida junto con un profundo dolor. Echó a correr en dirección a la extraña criatura en la que se había convertido Javi. Will la cogió por el brazo para intentar detenerla, pero no tuvo tiempo de apartarse cuando la fulminante mirada de Maya se posó en él, segundos antes de que una brutal fuerza saliera despedida de las extremidades de la chica para golpearle directamente a él, que salió disparado hacia atrás, chocando contra el suelo y quedando tendido en él, malherido.
                                                      ***
Una sensación extremadamente lejana lo inundó durante unos segundos. Acto seguido, sonrió de forma enigmática y volvió a entrar en la habitación.
-La señora de la Torre de Rasmen ha aceptado, tomará parte en la batalla. Ya tiene a su elegida. La guardiana del Narhen ha despertado.
-No seas impaciente, no tardarán en conocer su cometido... -le recordó un hombrecillo bastante longevo, que estaba sentado en una de las amplias sillas que poseía la gran sala- y entonces vendrán a buscarte. Sabes que te necesitan Lliw...


1 comentario:

  1. Maaaaaaadre!!! Está muy interesaaante ;)))) escribid más,que me dejáis con las ganaaas! Por cierto,gracias por mencionarme x)))

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