martes, 23 de julio de 2013

Capítulo 11

Buenas tardes nabhunianos!
Hoy os dejo el capítulo 11, listo para todos vosotros.
Disfrutadlo! ;)


El joven se adentró cada vez más en una profunda oscuridad, sólo interrumpida por tímidos reflejos de luna que se deslizaban entre el follaje como delgados dedos de un blanco enfermizo. Tras un grupo de árboles de raíces nudosas que sobresalían, se alzaba el claro al que acudía cuando quería estar solo.
Por primera vez desde su salida del castillo dejó al descubierto su rostro, aunque sabía que nadie le seguía, al menos por ahora.
La capucha resbaló sobre el cabello oscuro que danzaba siguiendo la dirección del viento, colocando largos mechones sobre los atentos ojos del joven, que parecían poder captar cualquier presencia por muy oculta que se encontrase. El rostro de facciones marcadas, pómulos prominentes y barbilla afilada se relajó un poco más.
Se sentó sobre un tronco hueco que quedaba justo en el centro del claro, ausente, aguardando.
Tras unos instantes de absoluto silencio, susurró una sola palabra a la que siguió un débil gruñido. Se acercó con agilidad al lugar del que procedían los casi inaudibles gritos, las últimas exhalaciones de la criatura a la que hubiese acertado el hechizo. A pesar de la oscuridad que reinaba, reconoció enseguida la silueta de lo que se retorcía y agonizaba en el suelo. Era una yuik, una sirvienta del Oscuro. Estaba casi muerta, pero aún podría sonsacarle algo. Separó muy despacio sus carnosos y rosados labios, cerró los ojos y buscó la información que necesitaba. Sólo un nombre, un rostro al que hacer entrar en razón y al que poder darle una oportunidad de vencer.
-Maya... -saboreó ese nombre- bien, hagámosle una visita.
Se caló la capucha sobre el rostro y desapareció, sólo dejando tras de sí, el silencio, la sangre y la magia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario