domingo, 7 de julio de 2013

Capítulo 9

Buenos días a todos nabhunianos!!
Hoy os dejo el capítulo 9, que ya iba tocando... Preparaos para lo que viene ahora!
Y ya sabéis, si os ha gustado o creéis que podemos mejorar algunas cosas, hacédnoslo saber, para nosotras es muy importante vuestra opinión!
Un beso, espero que esteis pasando un buen verano! ;)


La misteriosa fuerza que había salido de los brazos de Maya le hizo perder inmediatamente la fuerza, el control sobre sí misma, hasta desplomarse. Will yacía malherido en el suelo, el impacto había sido brutal. Intentó incorporarse, pero su estado se lo impedía.  Lucía se dió cuenta, y se le acercó vacilante.
-Creo que yo puedo ayudarte -dijo lanzando un soplido de aire que azotó el rostro de Will.
Una sensación totalmente gratificante lo invadió, como renovándolo por dentro y calmando todo su dolor. Conocía esa sensación, era el efecto que producía la magia sanadora de las hadas.
-¿Podrías haberme despertado del sueño hace semanas, no crees? -bromeó Will.
-Will, sabes que el somnífero que usó Mario tiene la bendición élfica, las hadas no podemos hacer nada contra eso...
-¡Maya! -dijo Will cuando divisó a la chica tendida en el suelo mientras se levantaba tan rápido como le permitían sus piernas y corría hacia ella.
Cuando Maya abrió los ojos se encontró con la ensombrecida mirada de preocupación de Will
-¿Will...? -preguntó un poco desconcertada, pero inmediatamente recobró la compostura y con ella los recuerdos de lo sucedido y le dijo enfadada- ¡Déjame en paz! -y dicho esto se levantó y le devolvió un sonoro guantazo que lo derrumbó de nuevo, antes de salir corriendo hacia la cueva.
Will echó a correr detrás de Maya, consiguió agarrarla por el brazo, pero la chica murmuró algo por lo bajo y, en ese momento Will notó una corriente fría que comenzaba desde la punta de sus dedos hasta su hombro. Se miró el brazo con el que sujetaba a la chica y descubrió que alrededor de su brazo había una gran capa de hielo y cristales afilados que le abrasaban la piel.
La mirada de Will se vio ahogada bajo un manto de pánico que lo cubrió por completo. A Maya se le orró toda muestra de enfado del rostro, mientras la impotencia y el desconocimiento por lo que acababa de hacer la inundaba.
-Yo... tu brazo... -dijo alargbando la mano para tocar el brazo congelado de Will.
Este dirigió la mirada a su brazo y se dio cuenta de que el hielo empezaba a derretirse mientras su piel adquiría un tono morado.
-Creo que solo van a quedar algunas quemaduras...
-¿Cómo crees que he podido hacerte eso? -dijo Maya en un susurro apenas audible.
-Es difícil de explicar -dijo el chico mirándola curiosamente.
-¿Qué estás mirando?
-Llevas la vestimenta de la Torre de Rasmen, y el escudo del Narhen... -dijo Will sin salir de su asombro- creo que eres una... maga.

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